BIM, evidentemente, no es un juego de niños, sin embargo sus fundamentos pueden explicarse, y esa es mi intención, a partir del juego para bebés que se muestra en la imagen.

La mayoría de los artículos sobre BIM están ilustrados con impactantes imágenes 3D que corresponden a un edificio u obra pública singular. En mi opinión, es un error ofrecer la imagen más glamurosa de la gestión de la información, que de eso trata BIM, ya que es causa de desconcierto entre los técnicos que tratan de aproximarse a BIM. En este artículo trataré de explicar porqué la imagen seleccionada tiene mucha más carga conceptual que una imagen o video de animación 3D de un exitoso proyecto “realizado con BIM”.

Sin embargo, la simpleza del ejemplo no obvia la necesidad de conocer en profundidad algunos términos básicos de BIM. Por ello comenzaremos por un glosario imprescindible. Seguidamente se explicará qué actividades o procesos de BIM deben desarrollar los promotores (la dirección de obra) y cuales los contratistas, y cómo se corresponden con el símil propuesto. El artículo finaliza con algunas sugerencias para orientarse en la maraña de información existente sobre BIM y con una propuesta de futuros artículos en este blog.

Introducción terminológica

“Lea las instrucciones antes de usar”. Así dicen muchos manuales de equipos o herramientas. Yo aconsejo lo mismo en este artículo: leer con detenimiento las definiciones seleccionadas antes de tratar de entender el resto.

Se proponen solo algunas de los términos que se incluyen en las normas UNE-EN ISO 19650 – 1 y UNE-EN ISO 19650 – 2. La primera está dedicada a los conceptos y principios de BIM y la segunda, a la fase de desarrollo de los activos. Desconfiad de la lectura rápida de este apartado y deteneros en cada detalle. Es más, os propongo tratar de memorizar algunas de las definiciones para garantizar la imprescindible inmersión conceptual.

• Información: representación reinterpretable de datos en una manera formalizada y adecuada para su comunicación, interpretación o procesado.

• Información del proyecto: información producida o utilizada en un proyecto particular. (Léase también obra, ya que es un tipo de proyecto).

• Contenedor de información: conjunto de información persistente y recuperable desde un archivo, sistema o aplicación de almacenamiento jerarquizado.

Este es uno de los términos específicos que introduce BIM. Un contenedor de información puede ser un directorio, un archivo o un subconjunto de un archivo. Por ejemplo, el archivo de un cronograma editable es un contenedor de información, pero también una vista en pdf de ese cronograma. Una tabla de control de calidad, un acta de replanteo, etc, son documentos que también pueden clasificarse como contenedores de información. Pero es que, además, una capa de un dibujo en AutoCAD o de GIS también lo son. Obviamente, un archivo de Revit de un modelo digital es un contenedor de información.

Si ya tenemos claro que un contenedor de información no tiene que ser necesariamente un ente sofisticado, estamos en condiciones de dar el gran salto a los siguientes términos:

• Modelo de información: conjunto de contenedores de información estructurada (modelos geométricos, bases de datos, programaciones) o no estructurada (documentación, videoclips, audios).

La información estructurada es la que contiene datos que pueden ser ordenados y procesados directamente por herramientas de gestión de datos. Por ejemplo, una tabla con filas y columnas en formato leíble desde un programa de ordenador. Una información no estructurada es una fotografía o un pdf de una tabla.

• Modelo de información del proyecto (PIM): conjunto de contenedores de información estructurada o no estructurada relacionados con la fase de desarrollo de un activo.

(La fase de desarrollo de un activo incluye su diseño y su construcción).

• Modelo de información del activo (AIM): conjunto de contenedores de información estructurada o no estructurada relacionados con la fase de operación de un activo.

El AIM es la información producida que cumplimenta los requisitos de información del activo (AIR) que es la necesaria para su operación. Esto nos hace pensar en lo poco acertado que resulta la práctica tan extendida de facilitar a los explotadores el proyecto as built y una colección de manuales más o menos completa y organizada.

• Requisito de información (IR): especificación que establece la información que hay que producir, cuando, el método y su destinatario.

(Nótese que no se dice que agente la tiene que producir, o lo que es lo mismo, a quién atañe el cumplimiento del requisito)

• Requisitos de intercambio de información (EIR): requisitos de información relativos a una contratación. (Es la información que se genera por un contratista, pero no es toda la del proyecto).

• Intercambio de información: acto de satisfacer un requisito de información.

• Modelo de información del proyecto (PIM): Conjunto de contenedores de información estructurada o no estructurada relacionada con la fase de desarrollo del activo, que es la fase del ciclo de vida durante el que se diseña, construye y se pone en servicio un activo.

Definición de BIM

Como si se tratase de una pregunta existencial, muchas charlas y publicaciones comienzan interpelándose sobre qué es BIM. No todas las que he visto se pueden considerar acertadas o especialmente clarificadoras. Yo os propongo lo que dicen la normas ISO :

• Building Information Modelling (BIM): es el uso de una representación digital compartida de un activo construido para facilitar los procesos de diseño, construcción y operación, y para proporcionar una base confiable para la toma de decisiones.

Obsérvese que no dice una representación digital gráfica, ni un modelo digital 3D, etc, sino simplemente una representación digital.

Por ejemplo, para gestionar un proyecto será suficiente con definir en una hoja Excel la organización jerárquica de los entregables que haya que producir (es lo que se llama Estructura de Desglose del Trabajo, EDT). No cabe una representación gráfica. Un esquema o un diagrama también son válidos para facilitar el trabajo indicado. ¿A caso un plano de AutoCAD no es una representación digital, aunque no sea 3D?

El acento debería ponerse en que se trata de información compartida, lo que exige emplear un Entorno Común de Datos (CDE). Y es que BIM está totalmente asociado al trabajo colaborativo, lo que incluye también a la dirección de obra, que debe cambiar la posición tradicional, eminentemente reactiva.

BIM considera todo tipo de información, con independencia de su sistema de producción. Proporciona una metodología que nos ayuda a estructurar la información de manera que las herramientas tecnológicas la puedan procesar. Además, si empleamos estándares para esta estructuración, se gana en interoperabilidad.

Modelo de información: algo más que 3D

Una primera observación clave:

El modelo de información de un proyecto  (PMI) no es necesariamente un modelo 3D. Es más, se puede gestionar un proyecto cumpliendo los requisitos de las normas UNE-EN ISO 19650 sin emplear un modelo 3D. En cualquier proyecto gestionado en BIM, formarán parte de nuestro modelo de información planos en pdf, ya sean obtenidos del modelo digital o no. Un acta de la gestión de su redacción o una autorización administrativa, también se incluirán el modelo de información.

Otra cuestión relevante:

El modelo de información del proyecto (PIM) debe abarcar tanto la fase de diseño como la de construcción. No hay un modelo de proyecto y otro para la construcción. Es un único modelo en el que los contenedores modifican su nivel de información y su estatus, e incluso se crean o desaparecen, según la fase del ciclo de vida del activo. Esta es una de las claves de BIM: establece un hilo conductor definido entre el diseño preliminar y la operación de la infraestructura construida (activo).

Si no he incurrido en ninguna falacia ni me he comportado como un trilero conceptual, creo haber demostrado una cuestión fundamental para quien se quiera aproximar a BIM:

Se puede gestionar un proyecto u obra con una metodología BIM sin necesidad de contar con un modelo 3D.

¿Sorprendidos? Esto es lo que la norma UNE-EN ISO 19650 denomina nivel de madurez 1 BIM.

Es una muy buena noticia ya que significa que para adentrarnos en una gestión BIM bastará con planificar la información y emplear un entorno común de datos, al que se puede acceder alquilando soluciones tecnológicas a empresas especializadas o adaptando el gestor documental de nuestra organización. Por supuesto, se necesita pasar de un modo de dirección de obra reactivo a proactivo, pero eso es gratis.

Requisitos de información

Es muy importante entender bien lo que significa un requisito de información. Solo hay que leer despacio la definición y desplegar cada una de sus características.

En primer lugar, establecer la información que hay que producir no es ni más ni menos que definir con claridad la que se precisa para completar el proyecto o la obra. He dicho bien: información, y no solo documentos. En el caso de los documentos, debemos nombrarlos y codificarlos adecuadamente para su gestión, que abarca su producción y uso. No es una tarea menor ésta, pero conceptualmente no ofrece dificultades para entenderla. Llevarlo a la práctica es otra cuestión, pero no es tecnológicamente compleja: es más una tema de orden y criterio.

La experiencia me dice que es dificilísimo convencer al equipo de proyecto (formado por dirección de obra y los contratistas) de la necesidad de anticipar todos y cada uno de los documentos que vamos a utilizar, ponerles nombre, y ordenarlos de una manera lógica. Preferimos quedar a la espera. Si no estáis dispuestos a hacer esta labor, es mejor que abandonéis la esperanza de gestionar BIM, ya que una de las bases de la gestión de información es su planificación.

En segundo lugar, hay que decir cuándo se debe producir la información, en consonancia con el avance del proyecto u obra previsto. Debemos planificar las necesidades de cumplimentar los requisitos de información en el tiempo. No es otra cosa que desarrollar un cronograma del proyecto (dedicaremos algunos post a esta materia).

El método de producción también tiene su importancia. Cuando pedimos un plano en AutoCAD, debiéramos definir requisitos sobre las capas empleadas, grosores, etc (trabajemos en BIM o no). Lo mismo sucede con los documentos en Word: estilos, tamaños de letra, etc. Para facilitar la definición de estos y otros requisitos se emplean normas y estándares, que pueden ser externos o de nuestra organización.

Por último, parece claro que el término Requisito de información (IR) puede llevar a engaño a la dirección del proyecto u obra. Un nombre así nos hace a mirar a los lados para ver a quién le corresponde cumplimentarlo. El asunto es claro: los requisitos de información son del proyecto o de la obra, no son los que pone la dirección facultativa. En unos casos los deberá cumplimentar la dirección de la organización promotora (obtener una DIA, por ejemplo), en otros, será responsabilidad de la dirección facultativa, y en los restantes corresponderá a cada una de las empresas responsables de los contratos previstos para llevar a cabo el proyecto u obra.

Si me he explicado bien hasta este punto, ya estamos en condiciones de entender lo que son los Requisitos de intercambio de información (EIR). Se trata de la parte de los Requisitos de información del proyecto (PIR) y de los Requisitos de información del activo (AIR) que se asigna a una contratación concreta. En un proyecto puede haber uno o varios requisitos de intercambio de información (uno o varios EIR) si se prevén una o varias contrataciones o incluso ninguno, en el caso de que se redacte el proyecto o ejecute una obra con medios propios de la organización.

Puzzle infantil y BIM

Pensemos que el conjunto de las piezas del juego infantil son los requisitos de información del proyecto (PIR), esto es, un listado donde nombramos cada una de las piezas, que aún no existen, con sus principales características, indicando si las vamos a hacer nosotros o uno o varios contratistas. Los requisitos de información del proyecto (PIR) y los requisitos de información del activo (AIR) los define la organización que va a usar el activo, el juego en este caso.

Si se ha decidido que el bastidor con los huecos lo hace el promotor y que las piezas de cada color las obtenemos con una contratación diferente, tendríamos que redactar tantos requisitos de intercambio de información, tantos EIR, como contrataciones, y el promotor debería fabricar el bastidor.

Una vez adjudicadas las contrataciones, cada contratista redactará su Plan de ejecución BIM (PEB), que responderá a cómo va a realizar las piezas encargadas acorde a su respectivo EIR (las piezas de color contratadas). Cada PEB de oferta incluirá, entre otras cuestiones, los nombres de las personas que gestionarán la creación de las piezas, la estrategia de su ejecución, la asignación de responsabilidades de su creación, las propuestas de los métodos de trabajo y una lista de las máquinas auxiliares que empleará para su fabricación. Estos planes se completarán y detallarán después de cada adjudicación.

Cuando se vayan realizando las piezas, se dejarán en un lugar determinado, que se denomina Entorno Común de Datos (CDE), en el que la propiedad establecerá si se cumplen los respectivos EIR y su validez para incorporarlas al modelo de información del proyecto, esto es, para insertarlo en su hueco previsto en el bastidor.

El proyecto finaliza cuando los requisitos de información del proyecto (PIR), la idea intangible, se cumplimenta con las piezas y forman el modelo de información del proyecto (PIM), que es algo tangible, formado por todas las piezas fabricadas y colocadas en su sitio. Para ello, todos los agentes, la dirección del proyecto los contratistas, habrán cumplimentado los requisitos de información asignados.

El modelo de información del activo (AIM) será la materialización de los requisitos de información del activo (AIR), lo que necesita el usuario. En este ejemplo, podría ser el juego construido (no los planos de ejecución), la caja para guardarlo y unas instrucciones de uso.

¿Quién hace qué en BIM?

BIM, como parte de un sistema de gestión, se organiza en procesos. La norma UNE-EN ISO 19650 – 2 define un total de cuarenta procesos de gestión BIM, que pueden ser responsabilidad de la parte contratante (la promotora o dirección de obra) o de las partes contratadas (principales o subcontratadas), en función de su naturaleza y objetivos. No son intercambiables: están muy claras las funciones y procesos asignados cada actor.

La parte promotora debe definir los Requisitos de información del proyecto (PIR), los Requisitos de información del activo (AIR) y los Requisitos de intercambio de información (EIR). La parte contratada principal (contratista principal) debe responder en su oferta con un Plan de ejecución BIM de oferta y completarlo al ser adjudicatario. Luego debe producir la información de acuerdo con el PEB aprobado. Una vez producida, la parte contratante se limita a comprobar que se cumplen los EIR y a validar la información elaborada.

Como consecuencia de este reparto de funciones, se deduce fácilmente que, en el caso de emplearse modelos digitales·3D, quien debe contar con expertos en el manejo de los programas de modelado son los contratistas, no las direcciones de proyectos u obra. Se puede afirmar, entonces, que para dirigir un proyecto en BIM no es necesario manejar programas de modelado. Esto choca con la aparente urgencia en convertirnos todos en expertos en Revit u otro programa similar, como primer paso para la inmersión en BIM.

Sugerencias para un director de obra que se quiera introducir en BIM

Hay muchísimas publicaciones de organizaciones muy variadas, pero la mayoría ofrecen visiones muy teóricas, parciales o muy orientadas a la producción de la información. También hay blogs que tratan sobre estas cuestiones, pero pocos aportan información de interés para la parte contratante que, no nos olvidemos, es quien estructura el desarrollo del proyecto mediante la definición de los requisitos de información.

Es una opción errónea acumular modelos o plantillas de documentos (EIR, PEB, etc). Solo debemos emplearlas una vez que tengamos clara la gestión de la información que queramos hacer y cuando comprendamos los rudimentos de la gestión documental, incluyendo el uso de un entorno común de datos.

La atenta lectura normas UNE-EN ISO 19650 – 1 y UNE-EN ISO 19650 – 2 mejora algo el planteamiento anterior. Debemos tenerlas a mano, pero no tratar de entender BIM exclusivamente a través de ellas. Las normas no son desarrollos metodológicos, sino fuentes de requisitos para desarrollar las metodologías, y resultan excesivamente neutras y generalistas, de acuerdo a su función.

Después de buscar y rebuscar información en las fuentes más dispares, sin lugar a dudas aconsejo la lectura atenta de las guías de la UK BIM Alliance. Es una visión completa y práctica del mundo BIM realmente esclarecedora. También me ha resultado de gran ayuda el blog BIMLevel, de Iván Guerra.

Por último, y quizás lo más importante, es imprescindible contar con buena compañía para esta aventura. En mi caso, no quiero dejar pasar esta oportunidad para mostrar mi agradecimiento a Miguel Nieto y a Francisco Carmona, dos entusiastas profesionales y expertos en gestión de proyectos y BIM, que me han ayudado a simplificar conceptualmente el complejo universo BIM.

Futuras entradas previstas en el blog

Este blog no pretende convertirse en un centro de formación sobre dirección de proyectos y obras, sino despertar la curiosidad y dar algunas respuestas a cuestiones clave. En este sentido, para la gestión BIM se prevén nuevas publicaciones relativas a:

• Cómo organizar una gestión con enfoque a procesos.
• BIM como parte de la gestión de la organización y de la dirección de proyectos y obras.
• Principios de gestión documental.
• Configuración y uso de los Entornos Comunes de Datos,
• Claves para la gestión de un proyecto u obra en un nivel BIM 1.

Conclusiones

BIM es el empleo de técnicas y herramientas para gestionar la información de un proyecto o de una obra, que atañe a todas las áreas de conocimiento (calidad, plazo, coste, etc), pero es solo una parte del sistema de gestión. Es equívoco decir que “dirigimos un proyecto en BIM”.

BIM no implica necesariamente el empleo de modelos digitales 3D. De hecho, la etapa 1 de madurez prevista en la norma UNE EN ISO 19650 – 1 no lo precisa. Es suficiente con planificar la información y emplear un Entorno Común de Datos.

Los procesos asignados al promotor para gestionar la información de un proyecto de acuerdo a BIM tienen que ver principalmente con establecer los requisitos de información de proyecto (PIR) y los de intercambio de información (EIR). Por ello, no es en absoluto prioritario para la dirección del proyecto u obra el manejo de programas de modelado digital. El visionado en 3D puede hacerlo con herramientas de uso mucho más sencillo y gratuitas.

Los procesos que corresponden a la partes contratadas se refieren principalmente a la redacción del Plan de ejecución BIM (BEP), que desarrolla las actividades para el cumplimiento de los EIR, y a la producción de la información, de acuerdo al PEB.

La principal característica de BIM es la planificación de la información, en el marco de la planificación de las otras áreas del proyecto u obra, y el enfoque al trabajo colaborativo empleando un Entorno Común de Datos (CDE). Ello exige un estilo de dirección marcadamente proactivo.