Me llamo Rafael Díaz Martínez y soy ingeniero de caminos desde el año 1982, cuando finalicé mis estudios en la ETSICCP de Madrid. Comencé fascinado por el mundo de los puentes y las estructuras, y acabé interesado por la ordenación del territorio y el urbanismo, campo en el que no he ejercido ni un solo día de mi vida profesional.
Tras un periodo muy breve y singular en una mediana empresa constructora de Galicia, en 1984 me surgió la posibilidad de trabajar en IDASA, uno de los consulting más importantes de Galicia en aquellos momentos, donde pude aprender y ejercer de calculista de estructuras. Tres años más tarde me incorporé a CIISA, un consulting de nueva formación. En este cambio experimenté el vértigo de empezar desde cero: papel en blanco, portaminas, una calculadora y escuadra y cartabón (sí, he dicho bien, escuadra y cartabón para mis esquemas de estructuras). Los más jóvenes que estéis leyendo esto habréis notado que no hago referencia a un PC en la mesa ni, por supuesto, a internet. Trabajar sin una base de proyectos para tomar referencias, afrontando trabajos de naturaleza muy variada y con medios escasos fue muy enriquecedor, pero muy exigente en el campo profesional y en el personal.
A lo largo del año 1989 me hice cargo del Proyecto del emisario submarino de la margen izquierda de la ría de Pontevedra. Aprendí a marchas forzadas muchas cosas de campos muy variados, pero mereció la pena porque en 1990 dejé CIISA para desempeñar la dirección de un convenio de la Confederación Hidrográfica del Norte (CHN) con la Universidad de Cantabria con el objetivo de desarrollar una metodología integral para el estudio de saneamientos litorales, y luego aplicarla a San Sebastián, Gijón y Avilés. Una apuesta visionaria de Ramón Álvarez Maqueda, Director técnico de la CHN, que no sé si ha tenido el suficiente reconocimiento.
Desde 1990 ya no abandoné el campo de la ingeniería sanitaria. Así, desde 1995 dirigí un equipo de la CHN para desarrollar el saneamiento del río Louro, en Porriño, donde se redactaron proyectos y se ejecutaron obras por valor superior a los 100 millones de euros. A partir de 2007 empecé a trabajar en Acuanorte, una sociedad estatal ligada a la CHN, como Subdirector de proyectos y obras de saneamiento. En principio, el objetivo era diseñar y construir una nueva EDAR de Vigo, pero pasado un tiempo tuvimos que intervenir en lugares tan lejanos como Oviedo, Segovia, Burgos o Soria y tan cercanos como Ourense, Lugo y Santiago. Fue en esta época cuando surgió, primero, la necesidad y luego mi interés por mejorar los métodos de gestión, y cuando obtuve la acreditación de Project Manager Professional del PMI.
Desde 2020 estoy a cargo del Área de Planificación y Control de Actuaciones de Acuaes, en donde continuo profundizando en los sistemas de gestión aplicados a los proyectos y obras que tiene encomendados esta sociedad Estatal, por un importe que supera los 1.000 millones de euros.
En resumen: toda una aventura en el campo del saneamiento y depuración, aunque no tiene más interés que contextualizar los objetivos y lo que cabe esperar de este blog. Para empezar, soy de los profesionales situados al borde de la brecha digital y de los que hemos asistido a un brutal cambio en las circunstancias de todo tipo en nuestra profesión. Pero quizás el aspecto más relevante es que he ejercido la dirección de obras con planteamientos convencionales que no garantizan el éxito del trabajo y son una barrera no muy perceptible para el crecimiento profesional y, porque no, para la dignificar y disfrutar del trabajo. A mejorar esto me he dedicado los últimos doce años y es lo que me propongo compartir.